Avatar simplemente es una de las mejores historias que he visto en mi vida, no solo la historia que no le pide nada a ninguna otra que ha sido llevada a la pantalla, si no que en concepto absolutamente toda la producción de la historia del pequeño Aang es perfecta.
La animación que combina el 2D con el 3D nos lleva a un mundo fantástico aterrizado de una forma muy humana a lo que bien pudo ser el pasado de nuestra historia, la serie nos enseña un mundo con conflictos entre naciones debido a sus diferencia culturales, la manera en la que ven al mundo es muy distinta entre ellas, pero cada una de las existentes sociedades complementan a las otras y sin darse cuenta de la manera en que se necesitan entre ellas, hunden al mundo en un Apocalipsis bélico.
Y nos explican todo esto a lo largo de una serie de 61 episodios que dura la serie, la armonía que logran para presentarnos una narrativa sencilla pero concisa nos atrapa con cada aventura que vive Aang y sus amigos con la única misión de liberar al mundo de la guerra en la que esta sumido.
Las actuaciones de los personajes son excepcionales, si, así es; una animación donde cada personaje es un actor diferente, la personalidad y conflictos de cada uno desenvuelven la trama de manera tal que todos van formándose como piezas decisivas de un complejo rompecabezas, el cual no puedes esperar para verlo armado en todo su esplendor.
El arte es un mundo soñado con una combinación de estilos única, con toque clásico oriental, pero desenvueltos en un planeta que pretende vivir en armonía con su entorno natural y en contraste una dinámica visual, semejante al poderío nazi que aterrorizo la tierra durante tantos años, nos permite sentirnos identificados con la vida actual de nuestro planeta, si esta “caricatura” no tuviera sonido, personajes ó trama, aún así valdría la pena ver los mosaicos de sus escenarios.
Y para terminar el tema musical de Avatar te rodea de tal forma que sientes la pasión, la aventura, el miedo, el conflicto, la incertidumbre, la duda, la obsesión, la guerra… en cada uno de los momentos mas dramáticos de la serie en cuento empiezan a sonar las primeras notas.
Y luego de haberme sentido simplemente extasiado al ver el capitulo final de tan excelente serie, me topo con esto.
No solo es un intento por llevar la leyenda del último maestro aire a la pantalla, No solo es un intento mas por vender, vender y vender al pequeño Aang como un juguetito que te viene con una hamburguesa, No solo es un intento por convertir a una pieza maestra como es Avatar que ya no tiene mas que contar en un Blocbuster de verano si no que encima de eso la dirige M. Night Shyamlan.
La verdad no se que pensar, por que ya no hay nada mas que contar de esta magnífica historia, entonces a lo mejor solo es poner en una pantalla grande a lo largo de dos horas todo lo que en la serie tardaron 61 capítulos en enseñarnos y no es por dudar de la audacia de Shyamalan pero para ser honestos sus últimas 3 películas no han sido mas que cuentos para dormir niños.
La animación que combina el 2D con el 3D nos lleva a un mundo fantástico aterrizado de una forma muy humana a lo que bien pudo ser el pasado de nuestra historia, la serie nos enseña un mundo con conflictos entre naciones debido a sus diferencia culturales, la manera en la que ven al mundo es muy distinta entre ellas, pero cada una de las existentes sociedades complementan a las otras y sin darse cuenta de la manera en que se necesitan entre ellas, hunden al mundo en un Apocalipsis bélico.
Y nos explican todo esto a lo largo de una serie de 61 episodios que dura la serie, la armonía que logran para presentarnos una narrativa sencilla pero concisa nos atrapa con cada aventura que vive Aang y sus amigos con la única misión de liberar al mundo de la guerra en la que esta sumido.
Las actuaciones de los personajes son excepcionales, si, así es; una animación donde cada personaje es un actor diferente, la personalidad y conflictos de cada uno desenvuelven la trama de manera tal que todos van formándose como piezas decisivas de un complejo rompecabezas, el cual no puedes esperar para verlo armado en todo su esplendor.
El arte es un mundo soñado con una combinación de estilos única, con toque clásico oriental, pero desenvueltos en un planeta que pretende vivir en armonía con su entorno natural y en contraste una dinámica visual, semejante al poderío nazi que aterrorizo la tierra durante tantos años, nos permite sentirnos identificados con la vida actual de nuestro planeta, si esta “caricatura” no tuviera sonido, personajes ó trama, aún así valdría la pena ver los mosaicos de sus escenarios.
Y para terminar el tema musical de Avatar te rodea de tal forma que sientes la pasión, la aventura, el miedo, el conflicto, la incertidumbre, la duda, la obsesión, la guerra… en cada uno de los momentos mas dramáticos de la serie en cuento empiezan a sonar las primeras notas.
Y luego de haberme sentido simplemente extasiado al ver el capitulo final de tan excelente serie, me topo con esto.
No solo es un intento por llevar la leyenda del último maestro aire a la pantalla, No solo es un intento mas por vender, vender y vender al pequeño Aang como un juguetito que te viene con una hamburguesa, No solo es un intento por convertir a una pieza maestra como es Avatar que ya no tiene mas que contar en un Blocbuster de verano si no que encima de eso la dirige M. Night Shyamlan.
La verdad no se que pensar, por que ya no hay nada mas que contar de esta magnífica historia, entonces a lo mejor solo es poner en una pantalla grande a lo largo de dos horas todo lo que en la serie tardaron 61 capítulos en enseñarnos y no es por dudar de la audacia de Shyamalan pero para ser honestos sus últimas 3 películas no han sido mas que cuentos para dormir niños.
